Si en la primera imagen vemos un juego de tensiones entre dos personas que se unen y separan, pero en una estructura equilibrada, en el segundo hay una relación clara de poder / dominio en la pareja, que es un punto de atención sobre cómo gestionamos nuestras energías y las de nuestro entorno, la recurrente posibilidad de ser comidos por la presencia / influencia de el otro.

La siguiente acción acontece en soledad, la imagen de la persona se acaba estructurando en su silueta, revelando la frase Mis certezas desayunan dudas.

Las últimas dos imágenes se refieren, respectivamente, a la superposición de historias y espacios corporales y a una parte de una ciudad, en la que juegan la imagen real de la fotografía con otra más subjetiva en la que nos perdemos entre textos gráficos prácticamente ilegibles.

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